lunes, 26 de agosto de 2013

Ya de vuelta.
Ha sido corto pero inmejorable.
Aunque anoche gane una partida memorable al mentiroso, ahora no puedo mentir, no he conseguido desconectar del todo (tenía ese maldito rum rum), pero si me he relajado y disfrutado de todos los momentos de esta semana, gracias a que los he compartido con tres personas estupendas.

 

jueves, 20 de diciembre de 2012

Queridos Reyes Magos

Este año he sido buena.
Me lo he comido (y bebido) todo.
He querido a mi familia, pareja y amigos, estando a su lado para darles cariño, apoyo y ayuda cuando lo han necesitado (y cuando no, también).
He sido buena compañera y empleada.
Me he manifestado de forma pacífica y con respeto, para expresando mi desacuerdo con quienes nos gobiernan.

Por todo esto, os quiero pedir:
- Que terminéis con los políticos y altos cargos corruptos, que solo piensan en enriquecerse sin importarles que las consecuencias las pagamos los más débiles.
- Que hagáis entrar en razón a los que dicen solucionar la crisis ahogando a la clase obrera.
- Que la educación y la sanidad no se conviertan en un lujo para unos pocos.
En definitiva, que no se pierda lo que consiguieron nuestros abuelos y padres con tanto esfuerzo y sufrimiento.

Gracias.


 P.D. Si para vosotros son muchas peticiones, pasadle una copia de mi carta a Papa Noel, seguro que os echa una mano.

P.D.II Y NO ME DIGAIS QUE LOS REYES SON LOS PADRES.

viernes, 16 de noviembre de 2012

BASTA YA DE SINDICATOS

   Que quiten de una vez todas las subvenciones a los sindicatos y que se mantengan por sus afiliados. Yo sé luchar muy bien por mi mismo sin que vengan estos vagos parásitos y chorizos a tocarme los cojones. No quiero saber nada de ellos, insisto NADA. Por eso pienso entregar este escrito en el ministerio de trabajo, de seguridad social, de hacienda y en los que pille por el camino.




jueves, 15 de noviembre de 2012

MANIFESTACIÓN DEL 14 N


   He aquí cómo, una vez más, este maldito gobierno engaña a la ciudadanía. Montajes como el que os presento no son un hecho aislado, desgraciadamente. La delegación del gobierno de Madrid calcula unos 35.000 asistentes a la manifestación de ayer por la tarde en Madrid.Si tuvieran vergüenza o si no nos tomaran por borregos tendrían que multiplicar esa cifra por 10.








martes, 13 de noviembre de 2012

HUELGA GENERAL


La huelga no sirve para nada. No nos hacen caso. No es el momento de hacerla. Es una huelga convocada por los sindicatos que han sido cómplices de los partidos políticos. Estoy cansado de protestar y de que nadie nos escuche. No puedo permitirme perder un día de sueldo. Tengo miedo a que me echen si hago huelga. Estoy harto de arriesgarme para luchar por los derechos de los que no la hacen. Cuando gobierna la izquierda no se convocan tantas huelgas. Hacer huelga general en medio de la crisis es una irresponsabilidad.
He leído y escuchado muchas justificaciones como estas para no secundar las huelgas generales y en concreto la huelga general de este miércoles, 14N. Entiendo muchas de ellas, respeto algunas, pero no comparto ninguna. Por una sencilla razón: siento que no me queda más remedio que hacer esta huelga. Me han empujado a hacerla empujándonos contra las cuerdas. Me han forzado a hacerla condenándonos a trabajos forzados. Nos han llevado hasta tal punto de desesperación y desesperanza, de indignación y abandono, de paro y penuria, que no me queda más remedio que parar para pararles, de hacer huelga para tener una esperanza y de indignarme para no sentir que me abandono.
No solo es que quiera hacer huelga, no solo es que creo que debo hacerla, es que siento que tengo que hacerla porque si no la hiciera, ya no podría llamarme a mí mismo ciudadano. Me llamaría vasallo. No pretendo desacreditar a quienes no creen en esta huelga, por favor, que nadie se sienta insultado. Solo digo que si yo no la hiciera, sentiría que estoy faltando a mi deber como miembro de esta sociedad que se desmiembra. He dicho bien: un deber, no solo un derecho.
Esta huelga es un deber porque derechos no nos quedan. Solo nos quedan obligaciones: la obligación de obedecer por decreto y por la fuerza a los recortes, repagos, desahucios, rescates bancarios, congelaciones salariales, subidas de impuestos, bajada de las pensiones, abaratamiento del despido, privatización de la Sanidad, empobrecimiento de la Educación, reducción de la prestación de desempleo, censura y control de los medios de comunicación públicos. Y mientras la mayoría solo tiene obligaciones, la minoría solo tiene derechos. Derechos que son privilegios pues solo ellos los tienen: privilegios bancarios, fiscales, políticos y judiciales. Por eso también la huelga se ha convertido para mí en una obligación. Me impongo la huelga mientras nuestros gobernantes impongan la desigualdad social por decreto.
Me impongo la huelga por decreto porque no me han dejado otra. No me han dejado otra opción porque están acabando con todas nuestras opciones de vida. Y no es que crea que esta huelga es la única posibilidad de protesta pero pienso que no podría reclamar más opciones si dejo pasar una sola de las pocas oportunidades que tenemos de manifestar nuestro desacuerdo. Ellos no pierden oportunidad para hacernos retroceder. Nosotros no podemos dejar pasar una manifestación, una protesta, un artículo, una sentada, una huelga, una cacerolada, para decirle a este Gobierno incivil, a esta Oposición cómplice y a este Parlamento enfermo que no toleramos más sus ataques, sus traiciones y sus desprecios. Yo ya no puedo. Para mí esta huelga es ineludible. Una vez que di el primer paso para oponerme a este ataque a los ciudadanos, ya no puedo echarme atrás mientras no den marcha atrás. Por más que me repitan que esta huelga no sirve. La única que huelga que seguro que no sirve es la que no se hace.
Estoy casi convencido de que no será una de las huelgas generales más seguidas (espero equivocarme) y aún así estoy más convencido que nunca de que hay que hacerla. Aunque el Gobierno y sus exégetas de la prensa insulten, menosprecien y caricaturicen a los huelguistas. Aunque parezca que no tenido incidencia ninguna. Todo eso me da igual. Me da igual si es una huelga oportuna, necesaria o útil. Hay cosas que uno siente que tiene que hacer aunque no sirvan para nada. Por su propia dignidad, por su conciencia, por su compromiso.
Además es incierto que sea inútil. Si durante estos últimos cuatro años, los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca hubieran pensado por una sola vez que su lucha no iba a dar resultado, si hubieran decidido no ir a parar un desahucio porque sabían que era inevitable, hoy no estaríamos hablando de que el Gobierno y la Oposición quieren pactar una nueva ley para parar los desahucios ni de que la banca ha suspendido de forma inmediata los casos más extremos. Por los que luchan cada día, no solo el día de huelga, yo hago huelga.
Es más, no solo hago huelga, declaro la huelga porque definitivamente estamos en lucha. Declaro la huelga a todos nuestros representantes porque están el huelga como representantes nuestros.
Yo le declaro la huelga al Gobierno y al resto del Parlamento porque le han declarado la guerra al ciudadano. Le declaro la huelga porque no me rindo. Y no tengo más remedio que declararle la huelga porque creo que aún hay remedio. 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

RECORDANDO BESOS



El otro día en un programa de radio preguntaban a la audiencia si recordaba el primer beso.
¿Y quién no lo hace?
El mío fue nervioso y torpe, pero dio paso al segundo, tierno y dulce y después el tercero, apasionado e intenso.
También me acuerdo de otros muchos. Me viene a la mente uno en un concierto y otro, escondidos, en aquella reunión de amigos.
Hay quien dice que los besos son un arte y que hay que saber darlos.
Yo pienso que no es así. Los besos se dan, y reciben, con el corazón, el resto del cuerpo se deja llevar y disfruta, solo la mente se desconecta.
Así que venga, a dar y recibir besos, que es una de las mejores sensaciones que experimentamos y son gratis.

lunes, 5 de noviembre de 2012

EMPIEZO A CORRER



Esta tarde, mientras venia caminando a casa me he dado la charla (si, hablo mucho conmigo misma, también discuto y me regaño).
Me he dicho: “Rosa, no puedes seguir así.
Tienes que moverte.
No puedes hacer lo que te gusta tan a menudo cómo quisieras, asúmelo y haz algo.”
Me he contestado: “Vale, está bien. Ahora llego a casa, me pongo el chándal, me calzo las deportivas y me voy a correr.”
Y he llegado a casa, me he puesto el chándal y las zapatillas y he salido a la calle.
En el portal he mirado el reloj, las 20.00. Bien, como mucho aguantaras una carrerita de 20 ó 30 minutos. No estás acostumbrada y no vas a darte un palizón el primer día.
He decidido ir por una calle y volver por la paralela y así estoy cerquita todo el tiempo, más que nada por si me da un patatús.
Con mi musiquita he empezado a buen ritmo, no muy deprisa (lo suficiente para que se caigan los auriculares y las horquillas se descoloquen).
He corrido 3 calles. He llegado a mi casa sin aliento.
He mirado el reloj: LAS 20.11.
Espero no tener agujetas mañana jajajajaja